Agua

Gredos (Ávila), enero de 2006

Sin aviso,
sin consciencia de lo anterior,
de repente
surge de entre las rocas
pura y cristalina,
fresca y vital.
Sin pensar,
sin aviso ni consejo
baila cantarina,
emprende imparable la senda
rauda y caótica,
despreocupada y feliz.
Sin miedo,
sin aviso ni consejo
abraza las rocas del camino,
deja su esencia al pasar
generosa y fecunda,
vibrante y feraz.

Sin notarlo,
sin miedo, ni aviso, ni consejo,
sin preocupación, aunque consciente
se entrega al fin
pura y cristalina,
fresca y vital
al mar que plácido la arrulla
para arrebatarle su soledad.

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