No me hables

Mas La Plana, Santa Maria d'Oló (Barcelona), marzo 2017


No me hables de grandes dioses
implacables desde su atalaya,
ni de dioses pequeños
inanes ante el mundo.
Háblame de ese dios
que habita en la mirada,
el que llena mis días
de paz y concordia.
Háblame con voz queda
de ese dios susurrante
que se sienta a mi lado
y me acompaña cada día.
Háblame de ese dios peregrino
que me sonríe cuando viajo
sin más equipaje
que mi cuaderno de memorias,
sin más herramientas
que las del alma curiosa.
Háblame de ese dios
que descubro en las huellas
grabadas por la roca
en las manos del peregrino
cuando escala montañas
para otear el destino.
Háblame desde el corazón
de ese dios que ilumina el mundo
compartiendo la alegría
de ver desde la meta de hoy
el camino de mañana.
No me hables de dioses,
háblame de amor,
de luz, de alegría,
de espíritus indómitos,
de bondad y generosidad.
Háblame, en suma,
del dios de mis padres,
del dios de mis maestros.
Háblame, simplemente,
del dios que vive
en todas partes,
del dios que habita
en cada ser humano.

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