José-Antonio Calañas Continente | Escritura Creativa

Altura (Castellón), abril 2024 El color de una toga, el perfume de seres queridos, el tacto de mi árbol favorito, el tintineo de un brindis sincero, el crepitar de las llamas, el sabor de compartir mesa, el paisaje desde mi ventana. Podría listar muchos más, pero me rodean estos y traen sin descanso paz a mis días, salud a mi cuerpo, armonía a mi alma.  

València, abril 2024 Aquietar el torbellino de ideas, de tareas, lleva de la mano al camino que va a la profunda calma de la conciencia tranquila.

Cartuja de Valldecrist, Altura (Castellón), septiembre 2023 Caos de huellas vitales en movimiento constante, en apariencia languideciendo, en sustancia despertando, mientras llenan mi nuevo hogar. A su tiempo, según su destino, según mi pensamiento, o según algún designio inefable, piedras, cuadros, fotos aparecen en su lugar, en mi nuevo hogar. A su ritmo, a veces acelerado, a veces tremendamente lento, el caos del peregrino perpetuo recobra, cerca de la montaña, su ser, la paz del cartujo en su celda.  

Puçol, marzo de 2024 Piel que arde pidiendo piel para que el cuerpo que la habita no sienta deseo, sino vida.

Porta de la Mar, València, marzo 2024 La energía de una meta conquistada me da el impulso para comenzar el camino nuevo hasta la siguiente. Caminos infinitos, irresistibles, fuerza y luz para seguirlos… al menos hasta la siguiente rotonda. Impulso, energía, luz y fuerza para encontrar pronto la salida y no volver a hacer surco en la duda.

Puçol (València), marzo 2024 En lengua ajena entré en el Día de la Poesía para poner palabras a sentimientos de una vida que comienza a latir. La lengua que me acoge me da alas para hacer volar sentires compartidos por el cielo que me cobija, por la tierra que me nutre, por el aire que respiro. Gracias por la Poesía, venga en la lengua que venga, que me permite volar alto con los pies firmes en la tierra y el corazón libre en el cielo.

Cuesta del Bailío, Córdoba, marzo 2024 Buscando la felicidad acabé en el laberinto; me senté, reflexioné y decidí dejar de buscar y, simplemente, vivirla.

Puçol (València), marzo 2023 Al final del pasaje hacia el horizonte, final lejano ahora, inalcanzable, espera el dulce reencuentro con el brillo familiar de luces que se convirtieron en memorias. Al final del espigón infinito aguarda la paz añorada, la luz anhelada, conocida, el descanso del fin de un camino que, con su magia, abre el siguiente. Al final del espigón infinito me siguen la sonrisa y las memorias, pero no me anclan al pasado, definitivamente quedaron atrás.

Mas La Plana, Santa Maria d'Oló (Barcelona), febrero 2024 El caos aparente en que me puso el destino me hizo dar tumbos un tiempo en oscuridad solitaria, hasta que descubrí las piezas del caos cayendo dulcemente en el orden perfecto que pensó el Divino.

Puçol (València), septiembre 2023 Otro año nuevo, mi año nuevo chino: dragón de madera, casi un oxímoron, madera y fuego, pasión y quietud, poderoso, aunque frágil. Otro año nuevo, esta vez no chino: sueños en papel, una pira de sueños, llamas que se convierten en casa, puede que en mi hogar definitivo. Otro año, mi año, sin más adjetivos: dragón, madera, hogar, hoguera, el carrusel de la vida girando conmigo y yo disfrutando cada segundo del viaje.

Puçol (València), febrero 2024 Una isla sin puerto, sin playas; un promontorio escarpado, temible; un laberinto sin Ariadna ni hilos. Una isla con mis miedos, solo con la compañía de mis memorias de luz y del batir de las olas que da forma a las rocas. Una isla obligada a volverse fortaleza inexpugnable; una isla ignota, insignificante, de costa a costa sin más dolor.

Noche en Mas La Plana, Santa Maria d'Oló (Barcelona), febrero 2024 La magia de la vida consiste en sonreír, en respirar y en saber que todo está bien así.

El Micalet, València, septiembre 2023 A veces miro hacia atrás, veo todo el amor que di (que doy) y que ahora queda sin respuesta y siento con rabia la pérdida. A veces miro hacia atrás, veo todo el amor que di (que doy) y que hoy ya no es correspondido y siento sereno que está bien así. A veces miro hacia atrás, veo todo el amor que doy (que di) y sonrío mirando hacia delante.  

Monasterio de Piedra, Nuévalos (Zaragoza), agosto 2006 Sueño con paz y despierto en crisis. Navego por la crisis, entro en calma. Duermo en crisis soñando con paz. Despierto en paz, listo para empezar. De nuevo

Círculo Polar Ártico, Rovaniemi (Finlandia), mayo 2009 Rotonda de salida camuflada: carrusel de decisiones correctas, fallidas, correctas, vuelta inexorable al inicio. Rotonda de salida aún oculta: tiovivo de altibajos y polos positivos, negativos, positivos, vuelta otra vez al inicio. Rotonda esta vez con salida: contemplo la espiral que dejo atrás, atrás, atrás y sigo adelante hasta la siguiente.

Sequoia & King Canyon National Park, California (USA), enero 2018 En su espiral infinita, propicia el tiempo el reencuentro implacable con memorias, sueños, anhelos, me hace añorar un futuro amable, cercano que nunca acaba de llegar. Inerme defiendo mi interior de memorias que hostigan, anhelos que frustran, muralla inexpugnable en otro tiempo a punto de colapsar por pura fatiga. Sísifo y Talos se van de copas, la isla, indefensa, duerme al fin: en tromba llegan memoria, hoy, mañana, impetuoso trío de implacables musas que alejan la pausa para tomar aliento.  

Puçol (València), enero 2024 Aún desconozco el día en el que jugar con palabras logre esconder el sol.

"La regaora", Córdoba, diciembre 2023 Hannukka, Navidad, Solsticio de invierno… Fiesta única de nombres, colores distintos, tiempo para compartir, celebrar, excusa para unir en torno al hogar a familia de sangre y de viaje. Tiempo festivo también para caminar, para decidir ante encrucijadas inevitables, aparentemente impasables. Tiempo festivo de paz, de reordenar, tiempo, al fin y al cabo, de estar y ser con los otros y con tu yo más interior. Tiempo festivo de lealtad a ideas, gentes, tiempo de dejar crecer la conciencia de brillar, de ser sin dañar. Tiempo festivo de saber que soy más cuantos más somos en torno a la luz.