José-Antonio Calañas Continente | Escritura Creativa

Walt Disney Hall of Music, Los Angeles (California, USA), enero 2018 De lo aprendido y vivido, conseguir hacer cantera para construir. Construir un camino, una casa, un hogar, un refugio, un jardín. Construir un camino para seguir aprendiendo. Construir una casa para nutrir el cuerpo. Construir un hogar para disfrutar la calma. Construir un refugio para guarecer el alma. Construir un jardín para cultivar la vida. Construir, simplemente para dar sentido al camino.

De camino al trabajo. Albuixech (València), febrero 2022   Tropecé y caí, me levanté y seguí. Ciclo de difícil ruptura, sistema bien cerrado en sí. Tropecé y caí, me levanté y seguí. Aprendí algo por el camino, hice planes que cumplí. Sin tropezar, paré, sonreí y seguí. Seguí cumpliendo palabras, seguí en marcha, avancé. Ya no volví a parar, sonreí y solo seguí.

Fiordo del Norte, Noruega, agosto 2015   Paró mi corazón de compartir latidos, de hacer eco con otros, de unir sangre y almas, de respirar un solo aire, de sentir la misma luz. Sangró mi corazón la sangre del rechazo, la herida de aprender; aprendió de nuevo a latir sintiendo sin compartir, compartiendo sin perder ni sonrisas, ni luz. Perdió mi corazón su ritmo, su armonía; se desajustó (y asustó) por no saber dónde enviar todo ese amor que quedó huérfano de caricias.

Tierra de Campos (Palencia), abril 2011   Tras la relativa calma del hogar, vuelven por contraste los días largos, laboriosos: horas lejos de casa. Jornadas de mucho tiempo, sensación de agobio esperando la calma. Cansado el cuerpo, lenta la mente, añoro la paz estival. Chimenea, cocina, lectura, pasear, algo de poesía… ralentizar el ritmo vital y preparar la siembra.