Corazón peregrino

De José Antonio Calañas Continente

Fiordo del Norte, Noruega, agosto 2015

 

Paró mi corazón

de compartir latidos,

de hacer eco con otros,

de unir sangre y almas,

de respirar un solo aire,

de sentir la misma luz.


Sangró mi corazón

la sangre del rechazo,

la herida de aprender;

aprendió de nuevo a latir

sintiendo sin compartir,

compartiendo sin perder

ni sonrisas, ni luz.


Perdió mi corazón

su ritmo, su armonía;

se desajustó (y asustó)

por no saber dónde enviar

todo ese amor que quedó

huérfano de caricias.


Comentarios

  1. Fernanda15 de febrero de 2022, 8:40

    Oh José Antonio…!Me ha emocionado! Sobretodo la última estrofa. Será que me ha recordado “otro” corazón asustado…
    por suerte ahora estamos aprendiendo a latir dirigiendo la mirada hacia Arriba!
    Un abrazo amigo poeta!

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  2. Unknown15 de febrero de 2022, 15:16

    Me encantaaaa

    ResponderEliminar

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