Caminos III
Caminos
Rectos,
infinitos,
nos llaman como las sirenas;
no sirve de nada resistirse,
la llamada del camino
se instala en nuestro tuétano,
nos despierta,
nos arrulla,
nos anima, nos inquieta,
nos causa desmayo,
nos alimenta, nos conforta,
nos hace sentir vivos.
nos llaman como las sirenas;
no sirve de nada resistirse,
la llamada del camino
se instala en nuestro tuétano,
nos despierta,
nos arrulla,
nos anima, nos inquieta,
nos causa desmayo,
nos alimenta, nos conforta,
nos hace sentir vivos.
Los caminos de las vidas
recorridos una y otra vez,
vida tras vida,
Plan del Alma tras plan del Alma;
teñidos por el barniz de lo aprendido,
por la pátina de lo vivido,
por el telón de lo olvidado,
por el brillo del recuerdo,
por la Vida que somos.
recorridos una y otra vez,
vida tras vida,
Plan del Alma tras plan del Alma;
teñidos por el barniz de lo aprendido,
por la pátina de lo vivido,
por el telón de lo olvidado,
por el brillo del recuerdo,
por la Vida que somos.
Ese camino que seguimos
nunca suficientemente recto,
nunca suficientemente ondulante,
con sus retos y desafíos,
con sus logros y sus pruebas,
siempre cambiando,
siempre avanzando.
nunca suficientemente recto,
nunca suficientemente ondulante,
con sus retos y desafíos,
con sus logros y sus pruebas,
siempre cambiando,
siempre avanzando.
Las etapas de nuestros caminos,
los capítulos del Libro que somos,
se suceden sin pausa;
acaban en reflexión,
o en alegría,
o en tristeza,
o en éxtasis.
No hay finales, solo transiciones y,
aun rebelándonos,
cambiamos de capítulo,
avanzamos,
aunque sea zigzagueando,
pero cada vez estamos
un paso más cerca de la meta.
los capítulos del Libro que somos,
se suceden sin pausa;
acaban en reflexión,
o en alegría,
o en tristeza,
o en éxtasis.
No hay finales, solo transiciones y,
aun rebelándonos,
cambiamos de capítulo,
avanzamos,
aunque sea zigzagueando,
pero cada vez estamos
un paso más cerca de la meta.
Nuestras noches oscuras del Alma,
grandes maestras que doman el orgullo,
no son eternas, no:
cuanto más oscura la noche,
más brillante el amanecer que le sigue.
Cuanto más desánimo en nuestro espíritu,
más energía nos sorprenderá.
grandes maestras que doman el orgullo,
no son eternas, no:
cuanto más oscura la noche,
más brillante el amanecer que le sigue.
Cuanto más desánimo en nuestro espíritu,
más energía nos sorprenderá.
Querida Alma, un ruego:
No permitas que me engulla la noche oscura,
ni dejes tampoco que la luz del día me ciegue.
Mantenme, si ese es el Plan,
en el camino, en un camino,
en marcha con mi mochila a cuestas,
con la sonrisa y la aceptación,
consciente de que sin sombra no hay luz,
consciente de que estoy de paso
feliz por cumplir el Plan.
No permitas que me engulla la noche oscura,
ni dejes tampoco que la luz del día me ciegue.
Mantenme, si ese es el Plan,
en el camino, en un camino,
en marcha con mi mochila a cuestas,
con la sonrisa y la aceptación,
consciente de que sin sombra no hay luz,
consciente de que estoy de paso
feliz por cumplir el Plan.
Y, por supuesto, gracias:
por mis Maestros,
por mis retos y desafíos,
por mis noches oscuras,
por mis días brillantes
y por todas esas estrellas que dispones
en mi oscuridad
para encontrar y hacer mi camino
desde la Luz.
por mis Maestros,
por mis retos y desafíos,
por mis noches oscuras,
por mis días brillantes
y por todas esas estrellas que dispones
en mi oscuridad
para encontrar y hacer mi camino
desde la Luz.
Alimento para el alma ...inspiración de Luz desde las entrañas ,es uno de tus escritos más hermosos .Un gran abrazo amigo
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