Casa

Puerta del Rincón, Córdoba, agosto 2019


Yo era una casa
sólida, buen cimiento,
acogedora, hospitalaria.
Me hice después hogar,
lleno de anhelos y sueños,
albergue de amor, calor,
lugar donde compartir,
crecer, florecer, vivir.
Amor y calor y luz, un día,
dejaron el nido y a mí
como un caparazón vacío,
sin propósito, casa otra vez.
Aproveché la oportunidad, el tiempo,
limpié y ventilé la casa,
preparé el llar, abrí ventanas,
encendí de nuevo la luz.
Y así, de nuevo, aunque solo,
dejaré atrás el caparazón:
no seré ya más solo una casa,
sino un hogar
del que estaré orgulloso.

Comentarios

  1. Me emocionan tus bellas palabras, hiladas con música, tejidas con nobles sentimientos que deben aflorar de lo más profundo del alma para alzarse majestuosos por el ancho cielo.
    Esperanza, Ilusión, Certeza de que el Esfuerzo valdrá la pena.

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