Amanecer de noche oscura (Silencio 2018)

Albolafia y Puente Romano de Córdoba, abril 2014

Como al principio.

Maldito eterno retorno
que paraliza el flujo del sentir
para acelerar el de la razón.

Que me aleja del Camino

elegido por mi Alma.
Que, sin más, me bloquea,
me aparta,
me segrega.

¿Por qué una y otra vez

esta prueba?
¿Por qué esta tristeza repetida
de saber dónde puedo estar
pero incapaz de actuar?
Paralizado, inane.

¿Por qué mostrarme el paraíso

si después no se me permite entrar?
¿Por qué me dejas asomarme
si me impides quedarme allí?

Para que seas consciente

de la recompensa que aguarda.
No pierdas la paciencia,
nada te turbe, nada te falte.
Todo tiene sentido,
todo tiene su tiempo.

Todo es

como debe ser,
cuando debe ser,
donde debe ser.

Y tú debes seguir,

aun ignorando
cómo, cuándo, dónde
porque sabes
con toda certeza
con quién.


Comentarios

  1. Me gusta muchísimo ese final, porque siendo triste el poema. alberga esperanza. Se dibuja una sonrisa en la cara del lector por la determinación y la seguridad.
    Todos caminamos con nosotros mismos, aunque no estemos solos en ese recorrido.
    ¡Genial el recurso gráfico de la pausa!

    Como siempre, agradecida.
    ¡Buena semana!

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