De repente, Luz

Atardecer de otoño a orillas del Rhin. Bonn, Alemania

De repente, luz.
La penumbra cotidiana se abre,
traza un círculo
en torno al vórtice
que, súbitamente,
se expande.
Punto de luz
intenso,
cálido,
inmenso imán
que, inexorable,
atrae a caminantes y peregrinos.
Miríadas de puntos luminosos,
dispersos hasta entonces en el caos,
encuentran un destino común:
las luces van a la Luz
y comienzan así
el camino final
de vuelta al origen.
Así sigue el vórtice su expansión
y, generoso,
devuelve al éter
los corpúsculos luminosos que acogió.
Alzan de nuevo el vuelo
y retoman
el camino iniciático
de vuelta a la incertidumbre
de su destino:
llevar luz
para reconocer las tinieblas,
iluminar
para aceptar lo diferente.

Luz, conocimiento, amor
para lograr

armonía, serenidad y paz,
para seguir
dejando un rastro de bondad
donde germine y florezca
todo el potencial de la humanidad.

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