Raro
Pasar de la risa al llanto,
del llanto a la risa,
de la energía al desánimo,
de buscar la soledad monacal
a necesitar el ocio lúdico estival.
Todo es lo mismo,
todo funciona a su aire…
y yo hago lo que puedo
para que el aire siga fluyendo.
Hablaría de todo,
pondría nombre a todos
los colores inefables
del cielo que hoy no veo.
No veo hoy el cielo,
pero lo siento cercano;
de alguna forma, el destino
encuentra siempre la vía.
En una isla estoy
en medio del océano
de sentires, amares…
y deseando empezar.
Una vez más.
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