Ying y Yang
tras el tiempo compartido con los míos
es la imagen casi perfecta
de dos opuestos que se equilibran:
Falta la familia de sangre,
está parte de la familia de viaje,
está parte de la familia de viaje,
faltan algunos abrazos que siempre se añoran,
pero te rodean las cosas pequeñas y no tanto
que hacen de una casa mi hogar.
Siempre, desde hace años, entre mundos,
siempre adaptándome a estar de camino
para seguir vivo, feliz,
a la vez aquí y allí.
Comentarios
Publicar un comentario