Añoranza

 

Cabo de San Vicente, Portugal, marzo 2006

Muchos meses, muchos,
en un mundo extraño,
en una isla desierta
en lucha con mis “y si”,
“y si no” y “ahora qué”.

He pasado el tiempo
añorando gente, sitios,
mis raíces de origen,
mi familia de viaje.

Fuera un tiempo, nada cambió.
Sigo anhelando un encuentro,
un café… incluso un té,
anhelando una llamada, quizá,
una conversación, seguro.

Meses y meses
aislado añorando
gente, sitios, raíces,
al fin ya estoy listo
para dejar la isla:
¡Ya vuelvo!

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