Feliz para siempre

Hearst Castle, San Simeon (California, USA), octubre de 2019


Pensé que tenía ya mi para siempre,
mi felices para siempre, y,
de pronto, para siempre
se desvaneció.
Como fuegos artificiales
brillantes, coloridos, hermosos…
y, casi en silencio,
mi para siempre, simplemente
se apagó.
Y, mientras añoro muchísimo
este felices para siempre pasado,
todo a mi alrededor
es tierra devastada,
paisaje calcinado
con un sutil tono verde
del futuro que llegará.
Mi para siempre
nunca estuvo fuera de mí.
Tras el duelo implacable
volverá para siempre,
aunque, eso sí, esta vez
nacerá de los confines
de mi corazón.

Comentarios

  1. El único para siempre somos nosotros mismos! Al que debemos cuidar, mimar y sanar. Petonets!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Verdes en contienda

Año nuevo

Poesía

Luchadores

Aprendiendo

Tiempos (Disquisición gramatical)

No me hables

El estanque

Calma

Ximo