Isla

Lakeshrine, Pacific Pallisades, CA (Estados Unidos), enero 2018


Cierra tus oídos
al sonido incesante:
desaparece así lo externo,
vuelves a escuchar tu interior.
Cierra tus ojos
al bombardeo incesante
de luces y sombras,
entra en la oscura quietud
del sosiego del alma.
En una isla lejos de luz y sonido
oyes el palpitar vivo
de tus propios latidos,
ves a tu alma feliz
bailando sin ruido
ensimismada
en su propio son.


© José-Antonio Calañas Continente

Comentarios

  1. Un poema que sosiego el alma...en el barullo mental parlanchino.
    Un abrazo .José Antonio.

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