Volar

Entre España y Alemania, 2015

Vuelas
para poner distancia
entre tus galernas
y tu corazón.

Te acoge
el infinito,
fluyes imparable,
veloz, feliz,
entre aves y nubes
rozando las estrellas.

Te regocijas
en la luz brillante,
en la exhilarante presencia
de belleza sin límites.

Te das cuenta,
al echar la vista atrás,
de que tus galernas
siguen impertérritas a tu lado.

Aceleras
para perder en la lejanía
la tempestad que temes,
que, sin embargo, no acecha,
solo acompaña.

Y comprendes
en el vértigo de la huida
que las galernas no son
amenaza de futuro
ni herida de pasado.

Son parte de ti,
piezas de tu esencia.
No eres sin ellas,
no hay distancia posible
ni futuro apacible.

Te detienes,
abres los brazos
y, por fin, te abandonas
al batir eterno, furioso en apariencia,
de aire y agua.

Bailas
con su fiereza,
recibes agradecido
su energía exuberante.

Y aceptas, ahora sí,
que tus galernas 
moldean tu camino,
te llevan hoscas y adustas
a la meta sublime
que todo supera.


Así conviertes
en vuelo apacible
la huida vertiginosa,
en compañía fructífera
todo lo que hace de ti
la persona
que has sido,
que eres
y que serás.

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