Memoria

Las pavesas de lo que fue flotan en el viento. La vida estalló: floreció el destino. Nos reunió y, sin pausa, nos hizo arder. Nos consumimos en el deseo, nos cegó el fuego: nos abrazó con sus luces con sus salamandras verdes, con su pavorosa iridiscencia. Nos encantó como las sirenas y nos dejó, náufragos, en las brasas. Las pavesas de lo que fue flotan en el aire que lleva a la mañana la sabiduría de la noche y hace del caos Luz.