Hogar

Córdoba, agosto 2016 (© José Antonio Calañas Continente) Tiempo confinado de soledad forzada, tiempo fértil, intenso… extremadamente diferente, extrañamente familiar. Pretensión de normalidad nueva, casi apenas aparente, irreal, que lleva mis ojos de vuelta a la raíz de mi esencia. El aire nuevo, fresco, fragante de normalidad algo precipitada trae la llamada de raíces y sangre: me hace cruzar, puro instinto, el país y volver al calor del hogar materno, sentir la fuerza de genes reunidos. Envuelto en raíces de estío del sur, este aire de familia reequilibra al fin el desasosiego cruel de una soledad que no ha de volver jamás.