José-Antonio Calañas Continente | Escritura Creativa

Puente romano y Torre de la Calahorra, Córdoba, diciembre 2024 Fuera de juego, sorprendido: motor en marcha, encendido. Haciendo memorias: vivido; haciendo balance: equilibrio. Final de año sorprendente, principio motivador; satisfecho con mis memorias, consciente de lo aprendido. Propósitos de mejora, ilusión de comienzo, ilusión por continuar en un camino luminoso. Feliz nueva vuelta al Sol, quizá este nuevo año, por fin, se hará realidad todo lo bueno que espero.

Mercat de Colón, València, diciembre 2024 Hay trabajos que pagan el alquiler, hay trabajos que te hacen feliz, hay trabajos también que son vida. Buena suerte en tu camino hacia la vida que te hace feliz, la que hace que el alquiler no importe… ... simplemente, porque la felicidad está en dar siempre lo mejor de ti en el trabajo que toque hacer. Ponle pasión, sé bueno en lo que hagas, sé implacable, si no puedes evitarlo, sé generoso siempre, no pierdas de vista tus sueños… … ni tampoco te pierdas tú en ellos.

Ciudad Prohibida, Beijing (China), octubre 2024 Ya con cierta edad ves de nuevo una película y evocas el momento de su estreno en el cine, de las emociones movidas; contaste la historia, la hiciste tuya. El recuerdo sigue vivo, la mirada limpia: ya no es recuerdo, sino memoria de sentir, de pensar, de mirar a un futuro brillante, posible, que fue… o no.

Altura (Castellón), noviembre 2024 Los dos días más importantes de tu vida son el día en que naciste y el día en que descubres por qué. Mark Twain Ver que eres y estás, sentir que ese ser y estar sirve un propósito, (cualquier propósito), aporta algo más de Luz a un universo que desea alejarse de la oscuridad. © Pic & Words: José Antonio Calañas Continente

València, noviembre 2024 Doce meses, un año atrás, una densa oscuridad me sumió en el deseo de la Nada profunda. Aun así, nada hay más tenaz, constante, que el cambio paciente que germina y crece: Energía luminosa. La densidad de la Nada se ha convertido en un año en Luz etérea que avanza: Energía de vida.

Mas La Plana, Santa Maria d'Oló (Barcelona), noviembre 2024 Sueño con piel, pero estoy en calma. Sueño con piel, pero quiero armonía. Sueño con calma, vivo la armonía. Sueño con la armonía, pero necesito mi caos.  

Noche en Mas La Plana, Santa Maria d'Oló (Barcelona), noviembre 2024 Agua de vida… agua que limpia, agua que arrasa, agua que impulsa. Vida limpia… que doma el agua que mantiene el impulso que limpia lo arrasado para, por fin, hoy ser capaces de reconstruir la vida que fue… La vida que retorna nueva, impasible, perfecta. © Pic & Words: José Antonio Calañas Continente

Altura, noviembre de 2024 No sueñes con la luz del sol, busca y sé consciente de que, en los lugares más inesperados se esconde un arcoíris de esperanza.

Gran Muralla, Mutianyu (China), octubre 2024 Tras el caos, con la calma, hacemos balance de lo visto, sufrido, vivido. Buscamos anclas en la memoria, recordamos la vida que fue, recordamos sonrisas como imágenes en blanco y negro. Recordamos a los amigos que puede que ahora no estén en cuerpo, pero están en el corazón. Retiramos las ruinas y volvemos a la aventura de reconstruir todo lo bueno, de construir un mundo mejor. Gota freda (original) Després del caos torna la calma, fem balanç d’allò vist, patit, viscut. A la memòria busquem àncores, recordem la vida que fou, recordem els somriures com a imatges en blanc i negre. Recordem els amics, que potser, ara no hi són en cos, hi són, però, al cor. Escombrem les runes i tornem a l’aventura de reconstruir tot allò de bo, de construir un mon millor.

Pekín (China), octubre 2024 Nunca bebí tanta vida en un vino compartido, nunca comí tanta alegría en una mesa de amigos. Nunca un paseo solitario se convirtió en camino, nunca un viaje inane se volvió peregrinación. Nunca, jamás, un rencor, un capítulo inacabado pudo hacerse combustible para seguir en movimiento. Nunca más, nunca llevaré encima peso que no me corresponda, jamás viviré vidas ajenas. Hay caminos que seguir, mucha luz que alimentar: esta es mi misión, mi sentido aquí y ahora.

València-París-Pekín, octubre 2024 Llegué al otro extremo del mundo, según otros, el Imperio del Centro. Dejé un capítulo cerrado mientras abría el siguiente. Un círculo, de origen a meta, pero que nunca se detiene, se mueve ahora en mi mente Cerrar capítulos, exorcizar lo caduco, abre los ojos a realidades ignoradas tenazmente, casi en defensa propia. Historia milenaria en el finis mundi , principio de capítulo, versalita capitalizada, inicial de todo un espacio que me recibe con los brazos abiertos. Se cierra un círculo, acepto un testigo que, cuando toque, me dirá si esa es la meta. Mejor evito la espera y continúo la espiral hacia mi destino.

Altura (Castellón), septiembre 2024 Sueño con un mundo nuevo, un continente, un país nuevo; abro mi corazón para aceptar lo que llegue, lo que se quede. Preparo mi alma para todos los aprendizajes de este viaje lejano. Sin dudas, con la certeza de que me hará avanzar como ser humano con el corazón despierto.

Carrera del Darro, Granada, octubre 2024 Casi dos días en mi hogar, mi entorno, mis libros, aficiones, un fin de semana de tiempo conmigo, sin ruido. Casi dos días de calma, de asentar semanas de viajes hechos, semanas de viajes por hacer, compromisos que sopesar. Casi dos días de rutinas añoradas: de cine y lectura, de estudio y escritura, de calma e introspección. Mañana será otro día.  

Catedral de Toulouse, Francia, septiembre 2024 Días de calma bien ganada, presagio de actividad frenética: Ánimo fuerte me acompaña.  

Toulouse, Francia, septiembre 2024 Dando vueltas a la poesía del gran Estellés, en mi mundo en este País veo que la memoria de mis años, la memoria de mi vida, ha cambiado su entorno. Igual que los lugares, también han cambiado las lenguas que hablo. Igual que las memorias,  tampoco se excluyen las lenguas que me acogen. Español -andaluz- y valenciano, catalán occidental… alemán, tres lenguas, tres planetas, miles y miles de culturas, mundos que se abren y me permiten explorar, crecer. Lenguas, países, culturas… ¡PERSONAS… y Vida!

Altura (Castellón), septiembre 2024 Soltar amarras, zarpar, buscar el horizonte sin fin, la meta inalcanzable… a la que te lleva la constancia.  Soltar lastre, aligerar peso, sentir que puedes volar sin esfuerzo, sin dolor, sólo con tu voluntad.  Soltar lo antiguo que no aporta, aferrarte a la oportunidad nueva, al sueño que, sin darte cuenta, se materializa en tus días.  Soltar amarras, zarpar, hacer la travesía del desierto y llegar, en algún momento, a la paz completa.  Soltar, aceptar, retomar tu poder, volver a vivir. Como debe ser.   

Altura (Castellón), septiembre 2024 Cuando te anegue el gris plomizo de la lluvia, levanta la mirada al aire húmedo de la tarde y te atrapará sin remedio el color del aire.

Altura (Castellón), junio 2024 Te darás cuenta de que has vuelto a tu ser cuando los únicos sentimientos que importen sean los tuyos. Así abriré puertas para que salga el pasado y deje espacio para la luz del nuevo futuro.

Segorbe (Castellón), junio 2024 Rcnstrr Rcnstrir Rcnstruir Rconstruir Reconstruir Reconstruirme y respirar de nuevo a pleno pulmón. Luz y Fortaleza, Fuerza y salud fieras.

Mas La Plana, Santa Maria d'Oló (Barcelona), febrero 2024 Me quedo con la vida, con el verde que siempre vuelve tras los pardos de agosto. Me quedo con el nervio, con la inquietud que no cesa y me permite seguir adelante. Me quedo con este calor  que invita a desconectar, aunque nunca lo consigue. Me quedo con mi vida, con todos los que vienen y van: quienes importan siempre están.

Mas La Plana, Santa Maria d'Oló (Barcelona), julio 2024 Sentir impotencia, pero soy capaz de ayudar. Sentirme bajo de ánimos, pero rebosante de energía. Pura contradicción, pero solo soy yo mismo una vez y otra y otra…  

Cartuja de Valldecrist, Altura (Castellón), agosto 2024 (* Jesus bleibt meine Freude , BWV 147) Dolor de músicas perdidas, dolor de lo mucho que fue y desapareció. Dolor de percibir armonía y añorar la perfección una vez compartida. Dolor de cicatriz con música, música sanadora, limpia, brillante, paz en la melodía. Armonía en las palabras, en un aire puro que, por fin, me devuelve el aliento.

Mas La Plana, Santa Maria d'Oló (Barcelona), julio 2024 Hay días en los que la cabeza parece hueca, cualquier idea, pensamiento, reflexión rebota sin descanso en el cráneo: Ruidos. Otros días, la sensación es que está llena, ideas, pensamientos, reflexiones se empujan, chocan sin descanso en el cráneo: Ruidos. Toca, pues, volver a usar hilos, cables, para buscar un sistema que ensarte las ideas, les dé sentido y dejen de rebotar caóticas: Al fin, el ansiado silencio: paz en la mente.

"La Glorieta", Altura (Castellón), julio 2024 ¿Qué haces si sientes que tu piel necesita el roce, el calor, la suavidad de otra piel? ¿Qué haces si esa necesidad sensorial desconecta tu razón y te hace volverte imprudente? ¿Qué haces, si tu lado humano te reclama ser irracional cuando nada vale ese precio? ¿Qué haces, cuando tu piel pide fuego, pero tu corazón pide freno y sintonía antes? Vivir, mirar y soñar. Nada más. Nada menos.

Palau de les Arts "Reina Sofía", València, junio 2018 Desde el corazón, el alma, se extienden hilos, una red que enlaza recuerdos, sueño y realidad. La maraña curiosa, viva y palpitante ancla mi vida a presente, a pasado, a futuro. Desde el final del hilo, desde cada cabo que se trenza para hacer la madeja de mi vida la luz viene y va y calma mis miedos. Estos hilos que entretejen los nudos que formaron, que forman, que formarán quien fui, soy, seré, dan color, dan luz, dan sentido a mi paso por el planeta. El tapiz de mi vida, tejido con estos hilos que admiro hoy, cada día crece en color, cada día crece en textura, cada día brilla un poco más.  

Koblenz (Alemania), octubre 2016 Cuando se acaban los versos, nuevas luces alumbran la vuelta de las palabras perdidas. No se acaban los versos, solo vuelven al jardín discreto, a la sombra del árbol protector. La tinta sigue su camino de mi alma al papel, continúa llenando página tras página. Siguen mis pequeños intentos de dejar algo más de belleza por donde me lleve la vida.

Misión de San Juan de Capistrano (California, Estados Unidos), noviembre 2018 Un jardín entre casa y camino, una calle con nombre de maestro. Un instituto con sabor filosófico, una facultad con una nueva lengua. Un apartamento a orillas de un río, una casa terrera en una isla afortunada. Un piso lóbrego en ciudad grande, un piso grande en una ciudad alegre, después uno más pequeño, y otro más. Piso compartido con familia, exilio, nuevo sitio con historia. De vuelta a la ciudad con otra lengua, nuevo piso, nueva familia. Casa en la playa: soledad y búsqueda, por fin, mi nuevo hogar en la montaña. Ya son sesenta los años movidos, vividos, temidos, soñados. Sesenta sueños que dan alas, sesenta memorias que, por fin, dejan de ser lastre, son energía.

Puçol (València), octubre 2023 La noche más corta, el día más largo: fuego y agua limpian. En el fuego dejo recuerdos de lo intenso que vi, ahí dejo la memoria que lastra y que frena. Al mismo tiempo acepto el reto de ser luminoso, de ser energía, de ser motor y fluir sin dejar de ser ancla.

Altura (Castellón), junio 2024 Aliviado Sin cargas Libre Luminoso Feliz ¡Vivo!

València, junio 2024 Luz al final de la primavera, mosaico surrealista de colores bailando, mezclándose, creando espacios inimaginables. Luz de color, color de vida, vida sin pausa, mosaico realista, armonía infinita.

Mas La Plana, Santa Maria d'Oló (Barcelona), mayo 2024 Aceptar lo permanente de una ausencia despierta en mi alma y en mi razón, conscientes de la finitud de la realidad, el egoísmo de quien no quiere dejar ir a quien alguna vez llenó de luz sus días. Pero ya no están. Ni volverán.

Mas La Plana, Santa Maria d'Oló (Barcelona), mayo 2024 Hay verdes infinitos, iguales en sus diferencias, diferentes en su verdor. Pero ninguno se puede comparar con el verde aromático y brillante del bosque tras la lluvia de mayo.

Altura (Castellón), mayo 2024 Nubes vienen y van este mayo, testigos tenaces del paso del tiempo, símbolo de miríadas de gotas de agua, de pequeñas células que cooperan. Doy gracias por las células de mi piel, que, al mismo tiempo, me protegen y me hacen sentir el mundo exterior. Doy gracias a las células de mi cerebro, que me hacen entender y conectar mundos visibles e invisibles. Doy gracias a las células de huesos y músculos, que abren puertas al movimiento, a visitar y habitar lugares nuevos. Doy gracias a las células de cada uno de mis órganos, tan iguales y diferentes a la vez, tan en armonía entre ellas para que la vida funcione. Tan agradecido estoy por el trabajo de los elementos, como por el que hace cada una de mis células: armonía perpetua de la vida en movimiento.

Mas La Plana, Santa Maria d'Oló (Barcelona=, mayo 2024 Sol radiante, verde brillo, paz del alma en marcha. Satisfacción del camino reiniciado con fuerza, retomado con luz. Vuelvo a reconocer el ritmo al que ha de moverse la vida nueva.