José-Antonio Calañas Continente | Escritura Creativa

Barranco del Puig, Puçol (Valencia), noviembre 2019 Un día para agradecer, no un día cualquiera. Doy gracias por estar vivo, por respirar y moverme solo; doy también las gracias por tener un techo que me cobija, por ser capaz de vivir por mi cuenta. Doy gracias por todas las personas de mi vida, por mi familia de sangre y de vida; doy también las gracias por esos familiares que optaron por la distancia: os agradezco de corazón todo lo que he vivido, aprendido, pasado con vosotros. Doy gracias por ganarme la vida haciendo algo que me encanta; doy también las gracias por la inspiración que me permite pintar lo que siento tan solo con palabras. Un día para agradecer, un día, también, de pasar página. La vida sigue, sigamos viviendo guiados por esa brújula especial que apunta a corazón y alma, que nos da la certeza de dar y recibir el exquisito don de amar.

Puçol, noviembre de 2019 Luz interior, contraste dulce para el caos, para el desasosiego de la nueva soledad. Desasosiego, paz, caos, luz para ver el cambio que llega, para recibir el sosiego merecido.

Limburg an der Lahn, Alemania, diciembre 2014 Serena irradia desde el corazón la paz que albergas, sigilosa va sanando las huellas del desamor. Desapego material, es momento de rehacer tacto, olor, sabor, vista, de educar de nuevo el oído para dejar de añorar la voz que ya no conforta. Es momento de mejorar lo bueno que te habita, de nutrir el alma con todo lo que antaño te acompañó e impulsó y ya no está. Es momento de reconstruir, de retomar con ímpetu tu energía vital; de apartar el desasosiego, de avanzar en calma: de mejorar siempre.