José-Antonio Calañas Continente | Escritura Creativa

Casa Batlló, Barcelona, agosto 2018 Ataduras tan fuertes que ahogan, amor tan profundo que duele, Amarrado por amor, amado cautivo. Aunque el amor verdadero no duele, el amor verdadero no ata, el amor verdadero no fuerza. Amor verdadero no es más que un vínculo eterno, un compromiso de estar juntos, un voto de ser uno aunque dos, un juramento de ser para el otro, un plan para navegar en el mismo viento, aun en direcciones opuestas. El amor no ata, al amor vincula de por vidas, el amor ancla a la vida, el amor hace avanzar. El amor es vida, la vida es amor. El amor es vínculo, voto, juramento, compromiso de vivir y dejar un mundo mejor al pasar por él.

Colegio San José de Caracciolos, Universidad de Alcalá de Henares, noviembre de 2018 Día frío de otoño frugal buscas refugio en casa, junto al calor hogareño aun sin llama vivaz. Paisaje gélido y ceniciento, recubierto de un manto de grises recuerdo constante de lo que fue, de sueños pasados sin llegar a ser. Ensimismado miras las cenizas, contemplas vida pasada y por venir, tu alma atiza las brasas, las llamas reavivan fuego y calor. Una sonrisa, una plegaria cordial por ser feliz, por la bendición del calor de la lumbre, del calor de tu hogar. Cenizas, brasas, gratitud, sentimientos que alumbran tus días, sentimientos que impulsan tu ser. Gracias por estar en mi vida, gracias por guiar mi alma, gracias por mis sueños cumplidos.

Cielo nocturno en La Pobla de Farnals (Valencia), octubre de 2016 Mirando al cielo, vacío de estrellas, las nubes dan forma a la noche, la lluvia aguarda su turno. La brisa trae olores de aire fresco y vida embrionaria, de tierra húmeda y viva, de aquella promesa que te hiciste. Mirando a las nubes nocturnas, respirando despacio, muy hondo, das la bienvenida a la noche: calma justo antes del cambio.