Líneas

Atardecer en la Sagrada Familia, Barcelona, agosto 2018 Un foco fijo alumbra la meta, otro se desplaza hacia ella desde el lugar de entrada. Un universo de luces dibuja con mano firme el destino humano. En cuerpo se desplaza, titubeando al principio, el alma por la línea luminosa del destino. Cual funambulista novel intenta mantenerse firme sobre la línea marcada, convierte el paso tímido en baile vivaz. Ya seguro sobre el alambre, retrocede, salta, hace cabriolas, deja la línea... para volver, aun sin querer, a la luz de la meta. Retoma el cuerpo así el camino trazado por universo y alma impulsado con esmero por el corazón que da sentido a la vida.