José-Antonio Calañas Continente | Escritura Creativa

Gris, gris, gris Frío, frío, frío en los dedos, en el corazón. Calor que se abre paso, esperanza de más. Uno menos, otro más, otro más, uno menos, péndulo vital incansable, insensible, vivo. La presión sigue, aunque nos llevamos bien; a pesar de todo, el aire devuelve el vigor perdido siempre. Mi ánimo hoy esta gris, pero ya vuelve sigiloso un brillo tornasolado que pronto estará en la gama cálida de la vitalidad cordial.

Vórtice que nos trae a la vida, Abismo en el centro. Entrar al mundo. Bajar al planeta. Ascender al universo venciendo el vértigo, caminando sin tregua. Viviendo lo material mientras añoras el espíritu. Djinn adolescente perdido en tu ombligo, encuentra ya la fuerza para elevar la mirada y déjate llevar a lo sublime por la fuerza que genera tu Luz. Y verás sombras que te harán compañía. Y recuperarás la Luz de otras vidas y las vivirás sin medida. Deja ya de contemplar tu ombligo, de regodearte en la herida perpetua y VIVE. Te lo debes.

Soledad       sin estar solo Dolor       sin cuerpo Miedo       sin fobia Karma       sin esperanza Luz       con tinieblas Oscuridad       mate Aire       sólido Agua       seca Fuerza       imparable Destino       ineludible Sino       ineluctable Impulso       inefable Comprensión       esquiva Lucha       interior Crisis       crucial Error       fatal Reiniciar Soledad       en compañía A fin de cuentas,       soledad.