Penumbra

Atardecer en València El corazón que añoro, la luz que busco y ansío se evade leve, elude impasible el encuentro precioso. La búsqueda impide el sosiego, la paz se aleja del alma anhelada, la nostalgia del reencuentro acampa en noche fría, acerada, sin estrellas. Algún día, el calor hogareño de la lumbre fértil permitirá el advenimiento de la primavera eterna.