Muro

Bunyol (València), enero 2020 El espacio que gestó aquel muro entre nosotros pudo al fin diluirse en memorias de paz y armonía compartida, en luz de almas diversas en su unicidad. El espacio que gestó aquel muro entre nosotros nos dio definitivamente el impulso sutil para volar sin límites, para ser sin dolor, para ser de nuevo amor sin más.