José-Antonio Calañas Continente | Escritura Creativa

Cabo San Vicente, Algarve (Portugal), marzo de 2006 De pie al borde del acantilado, echando la vista atrás para ver de dónde viniste, viendo el mar embravecido, el camino ante ti. Lejos, muy atrás el camino familiar, el que seguiste diligente, el que conoces, el que te trajo a esta roca al borde del acantilado. Ante ti, más allá, tierra ignota, nuevo comienzo, la misma lucha, la misma esperanza sin medida, los mismos escollos… aunque libre y feliz al borde del acantilado. De pie ante el vacío, nunca solo, pertrechado con fe y esperanza, listo para seguir tu camino, cualquiera que elijas, dándolo todo en este capítulo para triunfar al fin desde el borde del acantilado.

Avda. Pío XII, Valencia, abril 2018 Vacío glacial aterrador. Miedo paralizante hipnótico. Desamparo. Nostalgia vana, necesidad irracional de mantener cerca lo conocido. Desazón al ver que tu ancla te desdibuja. Virar sin duda certero. Abrir valiente puertas al horizonte. Brillar sin miedo. Abrazar el vacío aterrador, entablar amistad con él. Ser capaz, al fin, de despedirlo amoroso y llenarlo de nuevo. Aprender a dejar ir contento. Volver a aprender a ser en soledad con conciencia. Seguir siendo nuevo aceptando el Mundo y lo que quiera el Universo.

Lago Inari, Finlandia, mayo de 2009 Lo sientes hurgando en tu interior, rebanando lentamente todo lo que te hace ser tú. Frío implacable brillante acero que hiende profundamente tu centro y cercena, casi gentil, todo lo que amas, todos los que aprecias, todo deseo de pasar página que tuviste alguna vez. Algo se rompe. Solo puedes ceder ante el dolor, ante la soledad, ante la desesperanza. Déjalo que corte, déjalo que rebane. Ríndete para dejar de sentir el dolor, para dejar de sentir.